Esta fecha nos recuerda la idea del palimpsesto, el palimpsesto corresponde a los papiros que una vez habiendo sido escritos, debían borrarse y reescribirse, ya que en ese entonces no contábamos con la industria del papel, como hoy en día; lo interesante es que si bien se borraban, quedaban las huellas de lo que se había escrito anteriormente. Es la idea de lo que sucede con el año nuevo, hacemos “borrón y cuenta nueva”, pero quedan las marcas de lo anterior. Tenemos una nueva oportunidad de escribir nuestra historia, pero ¿cómo va a ser esta historia? ¿Será igual que el año pasado? A esto debemos estar atentos.
            Al frente vemos la imagen de un atleta que va traspasando un umbral y dejando atrás ciertas cosas (estrés, frustración, etc.).
Filipenses 3:12-14(NTV)
            Previo a estos versículos, Pablo habla de momentos de cambio, de renovar algunas cosas, hay colaboradores con quiénes ya no seguirá trabajando y si bien quiere estar con los filipenses, debe hacerlo cuando Dios quiera.
            A veces pareciera que Pablo se muestra jactancioso de sí mismo, él da cuenta de características propias de la cultura de Israel, con las cuales el cumplía a la perfección. Si había alguien que era respetuoso de la ley, ese era Pablo, si había alguien que tenía numerosos títulos, ese era Pablo. Sin embargo, lo importante es que una vez que ha expuesto esto, Pablo estima todo aquello por lo cual podría considerárselo perfecto, como basura y pérdida. Es Cristo quién nos hace ser personas, no los títulos. Aunque Pablo presenta todo esto, dice que no ha alcanzado nada aún sigue siendo un “don nadie”.
Entonces, prosigo la meta
1-      Porque aún nos falta avanzar
12. No quiero decir que ya haya logrado estas cosas ni que ya haya alcanzado la perfección; pero sigo adelante a fin de hacer mía esa perfección para la cual Cristo Jesús primeramente me hizo suyo.

            Todo aquello que hacía Pablo, hacía parecer que era perfecto, sin embargo él dice que no ha logrado nada, que todo lo que ha conseguido es basura.     Tal como sucede al momento de preparar una carrera, la preparación comienza semanas antes, saliendo a trotar, haciendo trabajo de pesas, elongación, etc. Aunque no es hasta la carrera cuando se sabe si toda esta preparación servirá o no. Pablo, entonces insiste en que no quiere decir que haya alcanzado la perfección, él estima todo aquello como perdida de tiempo.
            ¿Cuánto hemos perdido el tiempo, preparando la carrera? ¿Cuánto hemos estado levantando pesas, elongando y dando vueltas por fuera?
            Nosotros no hemos alcanzado nada por nuestra fuerza, pero Pablo nos dice Sigo adelante. Aún nos falta por avanzar, no hemos terminado nada, a pesar del 2012, del “fin del mundo”, de los cambios de calendario y de las dificultades que vendrán, sigo adelante, porque aún queda por avanzar.

2-      Totalmente mentalizado en la carrera
13. No, amados hermanos, no lo he logrado, pero me concentro sólo en esto: olvido el pasado y fijo la mirada en lo que tengo por delante, y así
            En esta carrera aún nos queda mucho por recorrer, si el Señor viniera hoy en la noche, seguimos avanzando hasta ese momento, si viniera este año, también tenemos que seguir corriendo y avanzando. Tal cual como hoy en día los atletas corren y utilizan únicamente unos trajes de látex, o se depilan, para evitar que el bello corporal o que la ropa produzca resistencia al momento que van corriendo. Debemos despejarnos para ir más rápido y que estas cosas no nos hagan resistencia.
            Estamos en una carrera desde que conocimos a Cristo y lo recibimos como nuestro Señor y Salvador, y desde ese momento debemos enfocarnos en la meta de nuestra carrera que es Cristo, si bien, muchas veces nos desenfocamos, sin importar cuán larga sea, hay que recordar que esta tiene un inicio, un enfoque y un final.
            En una de las últimas competencias Usain Bolt, fue descalificado por cometer una salida falsa, se desenfocó al principio de la carrera y esto tuvo sus consecuencias. De igual modo, nos puede ocurrir a nosotros, debemos seguir como los atletas, muchos de ellos saben que no serán los mejores, pero aún así se concentran y están focalizados en cumplir el objetivo, les dan agua incluso comida y ellos no paran, y siguen focalizados en la meta.
            Debemos recordar que hemos sido traídos por Cristo y no por humanos, es él quién nos permitirá correr la carrera y llegar a la meta por medio de él. Por eso Pablo dice: sigo adelante, pero me concentro sólo en esto.
 El 2012 es una nueva carrera, concentrémonos en esto.
            -¿Cómo?
            Olvidando el pasado y fijando la mirada en lo que tengo por delante. Hay muchas cosas que traemos desde atrás, pensamientos, situaciones vividas, relaciones, etc. Pero hay que olvidar estas cosas para que no nos frenen, hacerlas a un lado, es como si pudiéramos sacar estas cosas de nuestro cerebro, tal como debemos hacer con un computador cuando tiene virus y es formateado.     Habrán marcas del pasado como en el palimpsesto, pero ya no les tomo atención, ya no son obstáculos.
            -¿Tiene alguna herida, algún pensamiento?
            Sáquelo de usted. La forma es con Cristo el vendrá y sanará estas heridas, para poner la mira hacia delante. Las circunstancias de la vida, no están por sobre la meta que es Cristo, nos cuesta seguir la carrera porque fijamos la mirada en los obstáculos y no en Cristo. 
3-      Para recibir el premio de Dios
14. avanzo hasta llegar al final de la carrera para recibir el premio celestial al cual Dios nos llama por medio de Cristo Jesús.
            Avanzo independiente de todo, porque él me llamó y me llevará a la meta. Depende de la relación que tenemos con Cristo, dependiendo de eso uno estará feliz siguiéndolo.
            Ya muchos llegaron a la meta, y es un misterio, pero nosotros también llegaremos y vamos a recibir el premio sin merecerlo, tenemos entendida la idea de premio, como el regalo por algo merecido, pero este premio es sólo por gracia. Estar con Cristo en la vida eterna, es como un regalo de cumpleaños y Cristo es el animador, nos premia con alegría y gozo.
            Cuando la carrera es con obstáculos hay que proseguir igual. Este año van a haber obstáculos pero debemos estar focalizados en la meta, en el gozo, porque Cristo nos lleva ahí.  Él sabe como vamos a escribir esta historia, aún cuando no sabemos nada. Si nos focalizamos sabremos que nos llenará el alma de gozo.

Rvdo. Alejandro Lara

Apuntes: Rayen Gajardo

Categories: