Navidad: Una Señal del Cielo

El profeta isaías nos cuenta que la Navidad es una señal del sueño porque Dios mismo la estableció.

1. Que prooca asombro, porque una virgen queda embarazada: esto puede ser de 3 maneras, a. teniendo relaciones sexuales b. fertilización in vitro o c. que algo más poderoso de lo que podemos conocer haya realizado esta obra. El evangelio de mateo descarta la primera, la segunda no existía en esos tiempo, siendo así la tercera la que plantea como única posibilidad. Este viene a ser el poder y la acción del Espíritu Santo. Y por ello María entiende que es la favorecida y que será reconocida en todas las generaciones. La señal del cielo provoca asombro porque es sobrenatural y porque tiene propósito para nosotros.

2. Que toma forma humana, porque un hijo nos es dado, el Dios eterno se encarna en medio de una familia sencilla que busca deleitarse en Dios haciendo su voluntad, el evangelio nos cuenta que los padres de Jesús eran buenos ciudadanos ya que iban a su tierra natal para cumplir con el censo; en el trayecto María le dieron los dolores de parto, buscaron lugares apropiados tanto para descansar del largo viaje como para esperar que diera a luz, pero no hubo caso, no había nada, lo único que quedó fue un establo. Jesús nace en un establo mostrando que lo dilatado de su imperio no es por la fuerza sino por su profundo amor a los escogidos de Dios. Nace en un establo, sin ninguna comodidad ni higiene, para mostrarnos que viene a los que le necesitan, a los que huelen mal espiritualmente y que tienen una vida desordenada tal cual como un establo. Jesús toma forma humana para identificarse con nosotros en todas nuestras carencias, necesidades, en todo nos conoce.

3. Que trae reconciliación, y llamarás su nombre Emanuel. El profeta Isaías recibe el mensaje que se cumple plenamente en Cristo, ya que este nació de una virgen, en un establo junto a su familia, y que su nombre será Emanuel. El evangelio de Mateo nos revela precisamente estos detalles más de 700 años después del profeta. ¿Que Dios está con nosotros, significa que él no estaba con nos, hasta antes de Cristo? Dios es soberano, y todas las cosas por él fueron creadas y subsisten desde el principio hasta el fin de todas las cosas. Pero estas palabras de Emanuel se refieren a que Dios no tenía comunión con nosotros, porque estábamos separados de la gloria (presencia) de Dios, estábamos muertos en nuestros delitos y pecados. Luego de la Caída de Adán y Eva, la relación se rompió, fuimos expulsados del Paraíso (lugar de presencia de Dios), y pasamos de vida a muerte. Jesús es la señal del cielo para reconciliarnos con Dios, para volver a tener una relación íntima con nuestro Padre. Para que tengamos vida y vida en abundancia. Jesús es la señal del cielo que trae paz, porque él es el Mediador entre Dios y los hombres Jesucristo Hombre.

La navidad es una señal del cielo
Jesús es la señal de Dios para nosotros
Para que nos asombremos por su inmenso poder, y amor por nosotros.
Para que entendamos que él se identifica con nuestra humanidad, y que ha venido para redimirla, restaurarla para la gloria de Dios
Para que disfrutemos de la acción mediadora de Jesús, y asi vivamos en la paz del Señor, restaurando nuestra intimidad con Dios Padre.

Jesús es la señal del Cielo para que tú creas en él, no dejes que pase otra celebración de la Navidad pase sin reconocerle como el Señor y Salvador de tu vida. Amen.

Rvdo. Alejandro Lara

Apuntes: Claudia Guiñez.


 El mejor regalo de navidad

Mateo 1:18-25

    “El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente. Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros. Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer. Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS”.

    África, 1983-1985. En las noticias se ve a un grupo de niños corriendo tras un camión, esperando que un hombre lance unos sacos con trigo. Esta escena es sólo una ilustración de la desesperación de las personas por el hambre y la escasez de alimentos en Etiopía. Cuando el camión lanza el trigo, las personas recogen los granos entierrados para comerlos. Muchos niños pequeños agonizan de hambre.
    América, 1979. Un niño en el sur juega con una especie de tambor llamado “colibrí”, el cual emite una melodía que no comprende muy bien cómo se produce. En un momento lo deja botado para ir a jugar a otro lado, y al volver, lo encuentra destrozado.

En África, tenemos la imagen de un regalo que parece caer del cielo, pero que por un instante muy corto cumple su función nutricia y luego se olvida. En América, el juguete pronto dejó de ser una novedad para el niño, y se convirtió en algo sin importancia.  Pero ni los niños de África ni los de América, se detuvieron a pensar en el contenido de cada grano de trigo ni en el funcionamiento interno del juguete.
Esto nos suele ocurrir a nosotros también. A medida que pasa el tiempo, nos olvidamos de lo importante que fue algo para nosotros y el significado que tuvo.

Nosotros cuando recibimos el regalo de Cristo, Su nacimiento, sólo pensamos en una fecha que nos da la oportunidad de compartir con la familia, pero no apreciamos el contenido de este hermoso regalo, la maravilla que implica. José tampoco se detuvo a reflexionar en el impacto de lo que llevaba María en su vientre.

Isaías 7:14

“Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel”.

Isaías 9:6

“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz”.

Muchas veces no nos damos cuenta del sentido de algo que nos parece tan sencillo. Lo que venía anunciado sólo como el nacimiento de un niño, comprende un significado mucho mayor. Jesús no era sólo un niño nacido en un lugar pobre. Él nos vino a adoptar como sus hijos. Este niño, engendrado de una mujer virgen, vino a salvar al pueblo de sus pecados. Vino a tomar a un grupo de personas para formar parte de un linaje muy especial. El nacimiento de Jesús nos trae mucho más de lo que nosotros creemos. Es un regalo para considerar, que nos maravilla al comprender su contenido.

¿Cómo recibiremos nosotros esta navidad? ¿Qué significa para nosotros que Cristo haya nacido?

No permitamos que la luz de Cristo pase desapercibida y se apague, no nos olvidemos del verdadero significado de su nacimiento y de las maravillosas características del niño nacido.

Rvdo. Alejandro Lara

Apuntes: Claudia Guiñez



 La esperanza que nos mueve

Isaías 35:1-6

    “Se alegrarán el desierto y la soledad; el yermo se gozará y florecerá como la rosa. Florecerá profusamente, y también se alegrará y cantará con júbilo; la gloria del Líbano le será dada, la hermosura del Carmelo y de Sarón. Ellos verán la gloria de Jehová, la hermosura del Dios nuestro. Fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas endebles. Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará. Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán. Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad. El lugar seco se convertirá en estanque, y el sequedal en manaderos de aguas; en la morada de chacales, en su guarida, será lugar de cañas y juncos”.

    El tiempo de adviento trata sobre la venida del Señor Jesucristo, y el libro de Isaías es uno de los que más nos habla de ello. El profeta Isaías nos muestra lo que el pueblo esperaba que ocurriera con la llegada del Mesías. El pueblo por su parte, una vez más se encontraba viviendo desdicha e infelicidad. Nosotros muy a menudo solemos perder el verdadero sentido de la felicidad, y nos vemos envueltos en una constante rebeldía y juego con nuestro Dios, en un ir y venir. Actuamos de esta forma porque consideramos que Dios no nos hace caso y no responde a nuestros llamados. Esto no es más que una manifestación de lo que hay en nuestro corazón, una muestra de lo poco que toleramos la espera y cómo rompemos relación con nuestro Padre al no ver una respuesta suya en nuestros tiempos y con nuestros parámetros. Nos desesperamos y molestamos con Él.
Sin embargo, vivimos en una constante espera. Al igual que el pueblo de Israel, esperamos por Cristo, pero algo nos diferencia del pueblo de Israel: nosotros tenemos evidencia de Su venida, estamos esperando su segunda venida y total de nuestro Señor.

    La fe nos da paciencia y la paciencia nos da esperanza. Hoy en día prácticamente no hay atisbos de esperanza en el mundo, pero nosotros los cristianos sí podemos tener esperanza, porque sabemos que no está todo perdido.

    La esperanza nos lleva a:
  1. Buscar la gloria (de Dios):
(Is. 35:1-2). “Ellos verán la gloria de Jehová...”
  1. Vivir en Él:
(Is. 35:3-4). Esperanza de vida y crecimiento en Él, lo cual nos permite vivir alegres, contentos, gozosos. Con una vida fortalecida, porque en Cristo no hay cansancio ni debilidad. No hay desgracia en vivir la vida con Cristo. Además, Dios siempre está con nosotros, si eso no nos alegra ¿entonces qué?
  1. Ver su restauración total:
(Is. 35:5-7). El pueblo de Israel esperaba la llegada del Mesías, la restauración. Con Cristo podemos caminar y vivir, incluso si estamos físicamente postrados.
Lo que Isaías decía, Cristo lo cumplió, y la multitud se maravillaba ¿Qué nos pasa a nosotros ahora? Cristo está aquí ahora, y debiéramos maravillarnos, porque nos quitó la ceguera, nos sanó. Nosotros seguimos enfermos a causa del pecado, pero nuestra esperanza es Cristo que vendrá a restaurarlo todo. Sin embargo, estamos tan afanados en nuestras preocupaciones que no vemos que no hay nada que le pueda dar felicidad y sanidad total a nuestras vidas, sólo Cristo. 

Rvdo: Alejandro Lara

Apuntes: Claudia Guiñez




            El Señor bendice la iglesia de muchas formas una es dándonos años de vida, pero también quiere muchas cosas para la iglesia. La pregunta es si estamos dispuestos a decirle amén a los nuevos retos.
            Después de un naufragio un naufrago logró salvarse después de horas en el mar, luego del accidente un amigo le preguntó si no temblaba durante todo ese tiempo. Él le respondió: “sí, mucho, pero la roca no, y esto me salvó”. A pesar del temor que sentimos ante los nuevos desafíos si estamos en Jesús que es la roca, él no tiembla y si camina con Cristo él lo va a bendecir y va a salir adelante y si no lo hace va a vivir en base a las circunstancias de la vida.
Josué 1:1-6
            Josué es un libro desafiante es la culminación de Deuteronomio, en él ocurrió algo traumatizador. Moisés el tremendo líder que tenía el Pueblo de Dios falleció, y el Pueblo estaba a punto de entrar a la Tierra desconocida. Imaginemos que Maranata va a cruzar el Jordán, hay que hacerlo pues Dios prometió que llegaría a la Tierra prometida, y justo antes de llegar, el Pastor fallece. El Pueblo sabía a ciencia cierta a dónde iban, ya había sido enviado Josué y Caleb a investigar la Tierra, sabían que era una Tierra de donde fluía leche y miel, sin embargo, no sabían quién sería el sucesor de Moisés y el Pueblo avanzaba porque sabía que Dios estaba con Moisés, lo interesante es que Dios ya había pensado en Josué y el tiempo en el desierto fue también una especie de capacitación para Josué.
            Hay 3 cosas que marcan el Pueblo de Israel y que pueden también marcar a Maranata.
Josué 1: 2-4  “2 Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel. 3 Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie.  4 Desde el desierto y el Líbano hasta el gran río Eufrates, toda la tierra de los heteos hasta el gran mar donde se pone el sol, será vuestro territorio.”
v No hubo ninguna votación por parte del pueblo, para escoger a Josué.
v Josué no duda en que ese llamado era para él. Jehová le dice pasa este Jordán, Josué tenía que dirigir un pueblo de miles, que en muchas ocasiones había tenido problemas, muchos habían apostatado, mientras iban por el desierto, extrañaban su vida en Egipto, renegaban de su Dios, etc.
v Una vez que cruzaran el Jordán, no terminaba en la orilla pues para llegar a la Tierra prometida, tenían que llegar a conquistar esas tierras, pues se hallaban rodeadas de otras ciudades.
            Maranata puede cruzar a una Tierra distante y no es de extrañar que en nuestras vidas pasemos por tiempos difíciles. Lo importante es que Dios nos prepara a cada uno y nos muestra el camino a seguir. Tendrán desafíos, pensemos en los 7 años que ya han cumplido. Y no sólo está Dios, Cristo también está con nosotros. El Señor bendecirá nuestra iglesia, pero no depende de nosotros, sino de cómo nos afirmamos a Dios.
            Un aniversario es también una oportunidad para ver con los ojos de Cristo la voluntad para nosotros, un antes y un después. Además de haber habido circunstancias, también había un desafío, cuando deseamos algo, viene pero no por arte de magia. Las circunstancias de la vida, Dios trabaja en ellas para madurarnos. Josué tuvo un desafío, pero también tuvo un gran conflicto, pues la Tierra prometida estaba rodeada y no desocupada.
Una vez alguien dijo si una iglesia no predica y no evangeliza no es una iglesia, es un club social.
            Si estamos aquí estamos para sudar, para trabajar por Cristo. ¿Cuantos tenemos conflictos, familiares, laborales, etc? Los conflictos con la vida común del mundo de la carne, etc... Sería fácil desechar lo que Dios nos pide por eso, pero todos tenemos conflictos y debilidades y en Cristo somos más que vencedores, en él tenemos que trabajar para evangelizar.
Josué 1:5 “Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé.”
            Considerar esta promesa para nosotros, para Maranata. Así que sean valientes, esfuércense que yo estoy con ustedes siempre y por siempre. Qué consuelo debe haber sentido Josué al pensar que los gigantes que había en la Tierra, se harían pequeños al estar con Jehová. Josué sabía que Jehová estaba con él. Si usted Cree que Jehová está con usted. Amén! Si no, busque a Dios, sólo en él puede tener fe. 
Josué 1:6 “Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos.”        
Maranata, 7 años ¡qué bien! Pero esfuércense y sean valientes porque Jehová los levantará.
Josué no era tan joven, al contrario, pero el pueblo tenía la convicción de que Jehová estaba con el líder. Con él somos insensibles a las diferencias, a la mofa, y somos invencibles en Cristo.
            Que Dios los ayude a tener esa convicción, no sabemos quienes serán, o quienes vendrán, pero Cristo lo sabe y si estamos pendientes y con Cristo él nos dirigirá por muchos años más.

Pbro: Christian Núñez

Apuntes: Rayen Gajardo